viernes, 4 de noviembre de 2011

CURSO DE AUTOPROTECCIÓN PARA COOPERANTES INTERNACIONALES Y ONG,S

Este curso ofrece a los profesionales (cooperantes internacionales de ONG, reporteros y periodistas, personal sanitario, etc.) nociones básicas para actuar en situaciones de emergencias y catástrofes en los países en donde desempeñan su misión. Muchas de las labores que desempeña este personal se desarrolla en ambientes hostiles por catástrofes naturales (meteorólogicas o geodésicas) y de conflictos sociales e incluso bélicos. 
No cabe duda, también, que uno de los problemas de seguridad que padecen los cooperantes internacionales, son ocasionados por elementos terroristas o de bandidaje, que ocasionan episodios de pillaje y secuestros. Para esta delicada situación, el curso pretende dotar de unas normas de seguridad y autoprotección para la gestión de estas peligrosas situaciones, tanto desde un punto de vista instrumental como psicológico.
Por ello, un grupo de profesores  expertos en seguridad homologados por el Ministerio del Interior, ofrece unas estratégias teórico-prácticas en un curso de 40 horas a desarrollar en dos semanas, en la ciudad de Elche (Alicante).
Para aquellas personas interadas y al objeto de concretar detalles se puede contactar a través del teléfono 651 390 316 

jueves, 3 de noviembre de 2011

PRESENTACIÓN DEL CURSO DE TÁCTICA POLICIAL - EL PINOSO OCTUBRE 2011










Durante los días 24 al 28 de octubre de 2011, organizado por el sindicato CSIF, se llevó a cabo el Curso de Táctica  Policial en la localidad de Pinoso. Al mismo asistieron 156 policías locales de municipios de la comarca. En el video puede verse la presentacíón del curso a cargo de los profesores Jaime Torrents y José Antonio Corrales. El curso, eminentemente práctico, consistió en labores de operativa policial a pie de calle, en interior de edificios y con vehículos. El nivel de satisfación de los asistentes fue muy favorable.

jueves, 27 de octubre de 2011

Tipología de maltratadotes en violencia de Género

 

La violencia contra la pareja representa un grave problema social, tanto por su alta incidencia en la población como por las graves consecuencias que produce en las víctimas (Echeburúa, Corral y Amor, 2002). En España, según varios informes del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (2000, 2002, 2006), hay alrededor de  600.000 mujeres víctimas de maltrato habitual declaradas (entre el 3,6% y el 4,2% de la población femenina adulta). Este dato da cuenta de la magnitud del problema y, por contraposición, del elevado número de hombres que se comportan violentamente con su pareja o ex pareja.

Los agresores de pareja no constituyen un grupo homogéneo (Cavanaugh y Gelles, 2005). En la actualidad se cuenta con múltiples estudios hipológicos realizados desde diferentes perspectivas que, en general, tienen muchos puntos en común.
Como factor común a estas investigaciones, aparecen dos grupos de personas:
a) con características antisociales, límite y narcisista
 b) sin características psicopatológicas
Clasificación de Gottman et al. (1995)
Esta clasificación, realizada en un contexto de laboratorio, propone la existencia de
Dos tipos de maltratadotes en función de su respuesta cardiaca diferencial ante una
Discusión de pareja.
Maltratadores de tipo 1«cobra». Son aquellos hombres violentos que ante una
Discusión de pareja muestran un descenso en su frecuencia cardiaca y que exteriorizan mucha agresividad y desprecio hacia la víctima. Asimismo, se comportan  violentamente con otro tipo de personas (amigos, desconocidos, compañeros de trabajo, etc.). Desde una perspectiva psicopatológica, suelen mostrar características antisociales y agresivo-sádicas, así como una mayor probabilidad de drogodependencia.
Maltratadores de tipo 2 «pitbull». Son aquellos hombres violentos que presentan un aumento en su frecuencia cardiaca ante una discusión de pareja. Desde una perspectiva psicopatológica tienden a mostrar trastornos de personalidad por evitación y límite, características pasivo-agresivas, ira crónica y un estilo de apego inseguro (Tweed y Dutton, 1998).
En el primer caso (tipo 1) se ejerce una violencia instrumental, es decir, la conducta agresiva es planificada, expresa un grado profundo de insatisfacción y no genera sentimientos de culpa;  en el segundo (tipo 2), por el contrario, se trata de una violencia impulsiva, caracterizada por una conducta modulada por la ira y que refleja dificultades en el control de los impulsos o en la expresión de los afectos (Echeburúa y Corral, 1998; Probablemente muchas mujeres maltratadas permanecen en convivencia con el agresor de tipo 1, entre otras razones, por miedo (Gottman et al., 1995).

Clasificación de Holtzworth-Munroe y Stuart (1994)
La tipología propuesta por Holtzworth-Munroe y Stuart (1994) se centra en tres variables relevantes: funcionamiento psicológico, extensión de la violencia y gravedad de las conductas. A partir de estas dimensiones se establece la existencia de tres tipos de agresores: a) limitados al ámbito familiar,b) límites/ disfóricos, y c) violentos en general/antisociales.
Maltratadores limitados al ámbito familiar (sobrecontrolados). Representan el 50% de los maltratadotes .Estos sujetos son violentos fundamentalmente en el ámbito familiar (contra su pareja e hijos), su violencia es de menor frecuencia y gravedad que en los grupos restantes, y es menos probable que agredan sexualmente a su pareja. Si bien no es frecuente encontrar psicopatología o trastornos de personalidad,  pueden aparecer rasgos de personalidad pasiva, dependiente y obsesiva Es el grupo que presenta los menores factores de riesgo, pudiendo haber sufrido niveles bajos o moderados de agresión en su familia de origen. Por otra parte, son personas que suelen arrepentirse después de un episodio violento y reprueban el uso de la violencia. En definitiva, son maltratadotes de bajo riesgo  y, generalmente, tienen menos problemas legales que otros tipos
Maltratadores  Límite/disfóricos (impulsivos)
 Este grupo representa alrededor del 25% de los maltratadores  Estos sujetos suelen ser violentos física, psicológica y sexualmente, y muestran una violencia de intensidad mediao alta dirigida habitualmente contra su pareja y otros miembros de la familia (a veces pueden ser violentos fuera del ámbito familiar). Según Holtzworth-Munroe y Stuart (1994), son los que presentan mayores problemas psicológicos, tales como impulsividad, inestabilidad emocional e irascibilidad; además oscilan rápidamente del control al enfado extremo, lo cual encaja frecuentemente con el trastorno de personalidad límite.  Algunas de estas personas han experimentado niveles de violencia moderados o graves en su familia de origen y tienden a justificar la violencia que ejercen. Según la clasificación teórica de Cavanaugh y Gelles (2005), serían Maltratadores de riesgo moderado.
 Maltratadores violentos en general/antisociales (instrumentales). Este grupo que supone el 25% de los maltratadores, hace un uso instrumental de la violencia física y psicológica, que se manifiesta de forma generalizada (no limitada al hogar) como una estrategia de afrontamiento para conseguir lo deseado y superar las frustraciones. Mientras que el agresor impulsivo actúa con violencia como respuesta a una tensión interna acumulada, el instrumental (antisocial) utiliza la violencia de modo frío para obtener objetivos específicos (Dutton, 2007). Su violencia es de mayor frecuencia e intensidad que la de los grupos anteriores. En conjunto, aunque presentan menores niveles de ira y de depresión que el grupo impulsivo se observan mayores niveles de narcisismo y de manipulación psicopática. Asimismo muestran actitudes que justifican el uso de la violencia interpersonal. Por otra parte, muchos de ellos han sufrido maltrato grave en la infancia (Saunders 1992) o han sido testigos de violencia entre sus padres (Jacobson, Gottman y Wu Shortt, 1995). Finalmente, es más probable que consuman abusivamente alcohol y drogas, y que tengan o hayan tenido problemas legales por sus conductas antisociales, siendo por ello considerados agresores de alto riesgo (Cavanaugh y Gelles, 2005).

Intervención psicológica con el maltratador.
Consideraciones criminológicas para el escolta

Maltratadores de bajo riesgo

Según Cavanaugh y Gelles (2005), con este tipo de agresores es recomendable utilizar estrategias para el control de la ira y abordar las ideas distorsionadas sobre la mujer y la violencia como estrategia de solución de problemas. También podría ser conveniente la terapia de pareja en aquellos casos en los que la violencia sea claramente bidireccional y en que ambos miembros de la pareja estén de acuerdo para acudir a tratamiento. Todo ello requiere que se acepte la responsabilidad de la violencia, se tome conciencia de su impacto perjudicial sobre los demás y, finalmente, se muestre disposición y motivación para cambiar.

En estos maltratadores con  gran probabilidad  no se aplicarían medidas de protección especiales hacia la victima

Maltratadores de riesgo moderado
En estos casos se ha de centrar la intervención en la regulación de la ira, los celos y la dependencia emocional (Cavanaugh y Gelles, 2005; Chase et al., 2001). Además, se deberían abordar los mismos aspectos que en la tipología anterior, excepto la terapia de pareja, que estaría contraindicada. Conviene prestar atención al tratamiento de los celos patológicos, así como al resto de la psicopatología presente (estado de ánimo depresivo, trastorno limite, etc.), lo que conlleva una mayor duración del tratamiento. También es conveniente abordar las creencias automáticas y percepciones vinculadas a la violencia (Chase et al., 2001), así como recurrir al entrenamiento en comunicación y solución de problemas (Saunders, 1993).
 En relación a la labor de protección, cabe decir que estos individuos suelen presentar una peligrosidad moderada, aunque sus reacciones pueden ser imprevisibles debido al alto contenido de frustración que presentan, sumado a los episodios de ira intensa que sufren, que les puede llevar a tratar de agredir a la víctima obviando la presencia del escolta.


Maltratadores de alto riesgo
Los maltratadores antisociales –que presentan una violencia generalizada, de mayor frecuencia e intensidad, con historia delictiva y abuso de alcohol y otras drogas  son los menos receptivos a los tratamientos psicosociales tradicionales (Hamberger y Hastings, 1993). Asimismo los sujetos con rasgos de personalidad antisocial y narcisista-sádica, es decir, los Maltratadores de tipo 1 postulados por Gottman et al. (1995), responden peor al tratamiento, siendo el grupo violento en general/antisocial el menos propenso a completarlo  En cualquier caso, a lo que mejor pueden responder estos agresores es a tratamientos cognitivo-conductuales centrados en cambiar las contingencias de su conducta violenta (Chase et al., 2001), así como a intervenciones psicosociales  centradas en los costes de la agresión (costes económicos, pérdida de libertad, etc.). En estos casos el tratamiento debe ser llevado a cabo en un contexto muy controlador (prisión, suspensión de la pena condicionada a la asistencia a la terapia, etc.)

Estos individuos presentan un estado de peligrosidad alta, por lo que el escolta, una vez conocidas las características del mismo, ha de ser consciente de que el agresor, intentará el ataque. Ataque que diferirá al escolta al concebirlo como un obstáculo para agredir a la mujer.

viernes, 21 de octubre de 2011

EXPERTO UNIVERSITARIO GESTIÓN Y DIRECCIÓN DE SEGURIDAD

http://secip.umh.es/FCCPrograma.aspx?IDPrograma=13

Este enlace os lleva directamente a la página del Título que ofrece la Universidad Miguel Hernández de Elche: Seguridad y Ciencias Policiales. Entre sus especialidades se oferta este curso el Título de Experto Universitario en Gestión y Dirección de Seguridad, que habilita para la obtención de la Acreditación para Director de Seguridad que expide el Ministerio del Interior.
Las particularidades de este Título son evidentes: Por un lado esta totalmente actualizado a las recientes reformas legislativas en la materia (IOrden INT/318/2011 de 1 de febrero) y por otro su reducido precio, pues su coste es de 800 €. Otra ventaja que ofrece el curso es su versión totalmente online, en el que la interacción alumno-profesor es constante a través de los servicios de mensajería, foros y chats, así como el trabajo en el portal - aula virtual.


Todo el profesorado está sobradamente cualificado para aportar sus conocimientos a los alumnos y cuenta con profesionales que ejercen su labor profesional en el mundo de la seguridad pública y privada.

Como el Título ofrece cursos de diversa índole, os iremos informando.

martes, 18 de octubre de 2011

http://www.dailymotion.com/video/xlrdfk_supervivencia-psicologia-de-los-incendios-ed-galea_school


La investigación sobre las reacciones de las personas a situaciones de emergencia tiene por objeto asegurarse de que hay más de supervivencia en el futuro. Imagínese que usted está atrapado en un edificio en llamas, tratando desesperadamente de escapar. Después de dar tumbos hasta el final de un pasillo lleno de humo, usted tiene que elegir si desea girar a la izquierda oa la derecha. La decisión podría determinar si vive o muere - pero la manera de hacerlo no es tan al azar como podría pensarse, de acuerdo con Ed Galea, profesor de la modelización matemática en la Universidad de Greenwich. Galea ha forjado una carrera fuera de la elaboración de la ciencia y la psicología de cómo los cerebros de las personas en función de las zonas de desastre. Ha entrevistado a miles de sobrevivientes, de las 300 personas que escaparon del Centro de Comercio Mundial sobre 9 / 11 a accidente de avión y los sobrevivientes del desastre ferroviario de Paddington.
http://www.europapress.es/nacional/noticia-buque-alakrana-logra-huir-intento-ataque-pirata-indico-20111018102637.html

martes, 4 de octubre de 2011

Agresividad y cerebro

La neuropsicología es una rama de la ciencia especializada en la psicología y la neurología ;que estudia los efectos que una lesión, daño, malformación o un funcionamiento irregular a nivel cerebral o medula espinal (sistema nervioso central) afectan sobre los procesos de aprendizaje, de conducta y emocionales en un individuo. Ahora bien, la agresión es un comportamiento en donde una persona intenta hacer daño a alguien, ya sea física o verbalmente. Esta conducta es entendida desde una perspectiva integral, la cual sería un resultado de una compleja interacción de diversas sustancias neuroquímicas y otros factores, entre los que se encuentran los ambientales, los neuroanatómicos, los hormonales y los genéticos
En relación a lo anterior se tiene que explicar que el cerebro está dividido en áreas, llamadas lóbulo temporal, parietal, occipital y frontal, en este último se encuentran estructuras especificas (hipocampo, amígdala, núcleo caudado, tálamo, etc.) las cuales están implicadas en la regulación y control en la toma de decisiones, el comportamiento y de conducta agresiva.
Cuando se habla de una agresividad o violencia orgánica, se refiere a que existe una alteración en las estructuradas mencionadas (no siempre implica que todos las estructuras estén dañadas). Esto significa que una persona no solo es agresiva porque se haya desenvuelto en un entorno agresivo o violento, si no que existe, además en ocasiones, una correlación con determinadas actividades anormales en el cerebro. Algunas de las alteraciones cerebrales están presentes desde el nacimiento, pero otros pueden aparecer a causa de alguna enfermedad o por accidentes como el traumatismo craneoencefálico.
La tecnología en nuestro país ha ido en aumento, lo cual permite el estudio y análisis de dichas alteraciones cerebrales. Con las nuevas técnicas de neuroimagen, ha sido posible la localización de áreas cerebrales que pueden ser disfuncionales en delincuentes agresivos y violentos.
Algunos especialistas, han realizada estudios en donde relacionan en daño entre las estructuras del lóbulo frontal y criminalidad, convirtiéndose en un tema particularmente intrigante y complejo; pues la criminalidad y la agresión son un problema social actual relevante, cuyos hallazgos pueden afectar a los futuros marcos de trabajo en criminología, de forma que los avances científicos logren ser adaptados para prevenir el crimen y la violencia, favoreciendo la configuración de un sistema judicial cada vez más moderno y eficaz
  Articulo : Erika Rubio Gutiérrez

Bibliografía recomendada:.
  • Alcázar-Córcoles Miguel Ángel, Verdejo-García Antonio, Bouso-Saiz José Carlos, Bezos-Saldaña Laura, (2010) “Neuropsicología de la agresión impulsiva”. Rev Neurol 2010; 50 (5): 291-299.
  • PG Nestor, (2003) “Trastorno mental y violencia”. Revista electrónica IntraMed.
  • Cuevas Victor, (2007) “La agresividad no sólo es social” http://victorcuevas.es/educadores21/archives/346

martes, 27 de septiembre de 2011



Artículo 4. Vigilantes de seguridad y guardas particulares del campo.
1. Los aspirantes a vigilante de seguridad habrán de superar, en ciclos de, al menos, ciento ochenta horas y seis semanas lectivas, y los aspirantes a guarda particular del campo, en ciclos de sesenta horas y dos semanas lectivas, en los centros de formación autorizados, los módulos profesionales de formación que se determinen por la Secretaría de Estado de Seguridad, a propuesta de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, en sus correspondientes ámbitos, y previo informe favorable, en todo caso, de los Ministerios de Educación y de Trabajo e Inmigración y, asimismo del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, respecto a los guardas particulares del campo, y del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, y Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, ámbito de la Guardia Civil, respecto de los vigilantes de seguridad, especialidad de vigilantes de explosivos y sustancias peligrosas.
2. Los aspirantes a las especialidades de escolta privado y de vigilante de explosivos, además de los módulos generales a que se refiere el apartado anterior, deberán superar módulos específicos, asimismo determinados por la Secretaría de Estado de Seguridad, de sesenta horas lectivas o de treinta horas lectivas, respectivamente.
3. Los aspirantes a las especialidades de guarda de caza y guardapesca marítimo deberán superar los módulos específicos para la especialidad correspondiente, establecidos por la Secretaría de Estado de Seguridad, consistentes en ciclos de sesenta horas lectivas, para la especialidad de guarda de caza, y treinta horas lectivas, para la de guardapesca marítimo.
4. Los ciclos formativos para los aspirantes a vigilantes de seguridad y a guardas particulares del campo, y sus respectivas especialidades, en su delimitación horaria, podrán comprender un porcentaje máximo del cincuenta por ciento de la formación no presencial o a distancia, debiendo impartirse obligatoriamente con carácter presencial las enseñanzas de naturaleza técnico-profesional, instrumental, de contenido técnico operativo y las prácticas de tiro y laboratorio.
5. A quienes hayan superado los módulos de formación y las pruebas físicas, los centros de formación autorizados les expedirán el correspondiente diploma o certificado acreditativo.


boe.es/boe/dias/2011/02/18/pdfs/BOE-A-2011-3172.pdf